La identificación simbólica, un problema crucial
Del ideal del yo al rasgo unario
Palabras clave:
ideal del yo, identificación, rasgo unarioResumen
El presente escrito está enmarcado dentro del trabajo de investigación del Centro de Estudios en Psicoanálisis, lógica y topología, de la Facultad de Psicología de la UNR. Nuestro objeto, en el período 2018-2019, fue el desarrollo de la teoría de Lacan del Seminario XII llamado Los problemas cruciales para el psicoanálisis (Lacan, 1964-1965).
Uno de los ejes planteados como “problema crucial” en dicho seminario tiene que ver con la función de la identificación en la relación con la transferencia y la demanda. En ese marco, Lacan discute la concepción del lugar del analista en la cura como ocupando el Ideal del Yo, y contrapone a ello, al objeto a en tensión con el Ideal del yo. Configurando de esta manera, dos polos antagónicos. Nos propusimos, como instancia previa al abordaje de dicha cuestión, el objetivo de indagar acerca de la noción de identificación simbólica en la teoría lacaniana, en lo que concierne a la función del rasgo unario. Metodológicamente, se trata de una revisión bibliográfica resultante de la apertura a diversas preguntas dentro del marco de la investigación. A partir de una interrelación de textos de la producción teórica lacaniana, nos hemos abocado a indagar el modo bajo el cual fue surgiendo el rasgo unario como elemento fundamental de la identificación simbólica para Lacan.
En esa línea, destacamos la originalidad que comporta la noción de identificación para Lacan respecto a Freud. No hay una concepción homogénea de la identificación para ambos autores.
En la construcción que realiza Lacan del Ideal del Yo, como introyección simbólica de un rasgo único, confluyen varias vías conceptuales. Este recorrido no agota el tratamiento posible del tema, sino que ofrece una aproximación por dos vías. Por un lado, a partir del seminario del deseo y su interpretación, hay una dirección progresiva tendiente a reformular el registro simbólico. En palabras de J-A Miller (2013), “si la enseñanza de Lacan tiene un sentido, una dirección, es la del desmantelamiento metódico, constante, encarnizado de la pseudo-armonía del orden simbólico”. Por otro lado, también Lacan introduce en lo que concierne al registro imaginario, un punto de no especularidad. Es decir, que en la identificación imaginaria donde se constituye el Yo, hay un punto ciego en el espejo, que constituye un reservorio libidinal frente al goce del otro. Este punto es llamado ‘menos phi’ (-φ). En la época que Lacan introduce la tópica de lo imaginario, en el Seminario I (Lacan, 2012), tenemos un modelo del aparato óptico en el cual todos sus elementos producen imagen. No hay puntos ciegos en tal aparato y, por lo tanto, la idea de identificación imaginaria está más ligada a la noción de totalidad, donde el sujeto queda capturado y precisa de elementos simbólicos a partir de efectos posibles del significante para poder tomar distancia y de esa manera constituir satisfactoriamente su yo.
Hay entonces, un ajuste por parte de Lacan de la noción de la falta en ambos registros, el simbólico y el imaginario, articulando una negativización esencial para la constitución del sujeto. En la vía simbólica, la falta de un significante en el campo del otro con la notación S(A/), Significante del Otro barrado y en el campo imaginario, menos phi (-φ), punto ciego en la imagen especular.
Si la identificación imaginaria estaba articulada en sus pormenores a partir de la función especular, conformando el polo imaginario del yo ideal, quedaba por definir en qué consistía la identificación que participa en el Ideal del yo, es decir, la identificación simbólica. Un tema que desde sus inicios implicó cierta dimensión problemática. Lacan trabajará en esto a lo largo del seminario La transferencia…, (1960-1961) y sobre todo en La identificación (1961-1962). La pregunta se podría formular de la siguiente manera: ¿Cómo dar cuenta de la función del rasgo único en la constitución del sujeto, diferenciándolo de la noción de significante? Ya que el rasgo no podría nunca constituir un significante. Para poder hacerlo, debería funcionar en relación a una batería significante.
A modo de conclusión, entendemos que Lacan lleva a cabo una reubicación de las coordenadas en las que se concibe la identificación. Establece un punto de soporte mínimo para articular la relación del sujeto con el significante, elevando así, la función del rasgo unario a un nivel inaugural del sujeto. De esta forma se aleja de la concepción de la identificación basada en la noción de identidad. Articular la identificación del sujeto en función de la lógica significante, sostenida precisamente por la diferencia en cuanto tal -posibilidad que provee la función del rasgo unario-, permite a nuestro entender, desprendernos de cualquier idea de identidad del sujeto, ya que éste está constituido fundamentalmente en la falta-en-ser.
Citas
Lacan, J. ([1953-1954] 2012). Seminario I. Los escritos técnicos de Freud. Buenos Aires: Paidós.
Lacan, J. (1960-1961). Seminario VIII. La transferencia en su disparidad subjetiva, su pretendida situación, sus excursiones técnicas. Buenos Aires: Inédita.
Lacan, J. (1961-1962). Seminario IX. La identificación. Buenos Aires: Inédita.
Lacan, J. (1964-1965). Seminario XII. Los problemas cruciales para el psicoanálisis. Bogotá: Inédita.
Miller, J-A. (2013). El Otro sin Otro. Recuperado de
http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&Fil e=on_line/jam/Otros-textos/El-Otro-sin-Otro.html