Hacia la construcción de un lugar académico de la figura del acompañante terapéutico

Resumen

Este trabajo se enmarca en la creación y apertura de la Tecnicatura Universitaria en Acompañamiento Terapéutico en la sede del Centro Universitario de Chivilcoy, impulsada por la Facultad de Psicología de la UNLP, con el fin de brindar una formación académica integral para el desarrollo de la práctica del Acompañante Terapéutico (AT) y consecuentemente su categorización institucional.

La apertura de la carrera ha constituido un hecho histórico, y ha sido una respuesta a una demanda a nivel social que sigue en crecimiento y expansión. Consideramos que el perfil AT dentro del marco universitario, será cualitativamente diferente al perfil brindado por otras instituciones públicas y privadas que han desarrollado sus propios procesos de formación para esta herramienta clínica tan necesaria como eficaz dentro del ámbito de la salud mental.

El objetivo principal de esta presentación es compartir las experiencias de formación iniciadas con el alumnado que representan la primera generación de estudiantes AT, dentro del ámbito universitario de la UNLP; y describir los perfiles y expectativas iniciales de los mismos, presentando los desafíos que se fueron generando durante las cursadas, y exponiendo los que quedan en el haber. 

Como docentes de la cátedra Fundamentos del Acompañamiento Terapéutico I, hemos construido criterios para elaborar perfiles en relación a los/as estudiantes. A lo largo de los encuentros, en las clases de trabajos prácticos y en las clases teóricas, se han ido especificando y definiendo diferentes modos de actuar, sentir y pensar de los alumnos en relación a la figura y del “saber hacer” del AT. Estos modos de pensar y pensarse como agentes de salud, se han ido modificando a partir de la lectura, comprensión, elaboración de trabajos, dinámicas áulicas y orientación docente sosteniendo una posición pedagógica de construcción de conocimiento con otros.

El perfil profesional es una construcción a lo largo de la carrera, hemos iniciado este camino con una población estudiantil heterogénea, siendo las características más relevantes la variedad en las franjas etarias, el nivel de formación previa y recorrido laboral como AT, provenientes de diferentes contextos con un mismo nivel de expectativa y comienzo hacia la nueva propuesta académica.

La apertura de la carrera ha sido gratamente celebrada y valorada por la población de Chivilcoy, esta característica no es menor, ya que esto ha generado un alto nivel de compromiso y motivación en el alumnado.

Uno de los principales desafíos fue mantener especial atención en acompañar a los estudiantes en sus primeros pasos. Desde el ingreso a la vida universitaria, la cátedra trabajó articuladamente con tutoras designadas para brindar información administrativa y académica, y hubo un trabajo intercátedra para ajustar contenidos para los futuros AT.

Se destacó la importancia de mantener un índice de deserción lo más bajo posible. Para esto, los docentes llevaron a cabo estrategias de seguimiento grupales e individuales para acompañar las trayectorias académicas de los alumnos. Estos enfatizaban, en un inicio, las enormes dificultades que tenían para cursar tantas horas, y para entender y leer los textos. El tener en cuenta estas dificultades permitió ajustar estrategias, ya sea del orden de los contenidos como de trabajo, con dinámicas grupales y materiales accesibles para la comprensión. También fue positivo integrar experiencias de los AT que ya estaban trabajando o tenían ya un recorrido en el área, además de una formación previa. Los mismos expresaban como principal dificultad, no contar con espacios de supervisión clínica. Encontraron en los docentes referentes a los cuales plantearles dudas, consultas, solicitar sugerencias, ya que los avatares laborales a los que se enfrentaban a diario, realmente les producían un sufrimiento laboral importante.

No hay que olvidar tampoco que la figura de AT aún está en plena lucha por reconocimiento legal y jurídico, a puertas de la aprobación de la Ley de Regulación Profesional del AT en la Provincia de Buenos Aires.

Los resultados principales residen en el índice extremadamente bajo de deserción que se terminó generando, tras haber puesto en marcha estrategias articuladas de contención académica. El índice de deserción fue de un 3% (sobre un total de 200 alumnos). A su vez, haber dejado las puertas abiertas para realizar jornadas de extensión de supervisión clínica es un desafío, como así también llevar a cabo otras actividades que les brinden herramientas de inserción laboral en su contexto. Los alumnos estaban muy motivados, pero precisaban referencias y orientaciones. La cátedra, con muchos esfuerzos y a pesar de la distancia, fue atendiendo a esas demandas convirtiéndolas en parte de un proceso de formación académica y profesional de nivel universitario.