Dimensiones de la corporeidad para el psicoanálisis
Recuperación de lo sexual pulsional
Palabras clave:
psicoanálisis, cuerpo, psicopatologíaResumen
El presente trabajo se enmarca dentro de la investigación sobre los "Estatutos del cuerpo en las formas actuales de presentación subjetiva en púberes y adolescentes de la ciudad de La Plata. Indagaciones preliminares" (PPID 2019-2020. UNLP). Llevada a cabo desde el marco conceptual psicoanalítico, el análisis se orienta a estudiar los determinantes de los padecimientos de adolescentes cuya palestra está constituida por lo corporal.
Desde sus inicios, ha sido el psicoanálisis la teoría que ha aportado un modo singular de encarar las relaciones entre lo psíquico y lo somático. Sin embargo, la coexistencia de diversas concepciones acerca del funcionamiento psíquico y sus orígenes -dentro mismo de esta tradición de investigación- sigue siendo fuente de extravíos epistémicos que conducen a la desexualización de las teorías explicativas de los fenómenos recortados en este trabajo, clausurando el aporte más revolucionario del pensamiento freudiano.
Es inherente al sujeto humano tornar inteligible los efectos que se le imponen desde diferentes frentes: el mundo externo, su cuerpo y los otros espacios de su psiquismo, ajenos a la instancia yoica. Actividad teorizante que orienta toda búsqueda de saber y conduce a la construcción de certezas en las que sostenerse. En la misma medida, los enigmas devienen traumáticos al generar la ruptura de las certezas previas, suponen un estado de inquietud del que se lucha para liberarse y pasar a un estado de creencia. El sujeto espontáneamente propicia recentramientos necesarios en sus movimientos autoteorizantes, autosimbolizantes, autohistorizantes. En el mismo sentido, la teoría científica bascula entre movimientos copernicanos y ptolomeicos que abren y cierran los avances científicos.
Asimismo, como toda actividad humana, se encuentra atravesada por el campo de las fuerzas histórico-sociales. El capitalismo neoliberal dominante en la sociedad occidental se asienta en un conjunto de significaciones imaginarias que moldean la producción de subjetividad de la época actual, en torno a los valores del progreso, el consumo y la atomización de los individuos. La degeneración del pensamiento crítico deviene fundamental por tanto, para la conformación de sujetos no autónomos, generadores de racionalizaciones que justifiquen el orden establecido.
En este contexto, asistimos en el campo de la salud y la educación a una tendencia a la biologización del sufrimiento subjetivo. Con el propósito de restituir su funcionamiento para hacerlo sintónico con la idea de sujeto productivo, lo humano queda degradado a sus condiciones biológicas naturales, llegando al extremo de la deshumanización en la medida en que se despoja de las constelaciones de sentido fundamentales que definen la singularidad del sujeto psíquico.
Desde un posicionamiento psicoanalítico, consideramos que este estado de situación se debe, no sólo al avance de las neurociencias en la cultura de hoy, sino a la acumulación de contradicciones e impasses al interior del corpus teórico mismo que lo despoja de coherencia teórica y eficacia empírica.
Frente a la preocupante tendencia a la desexualización del psicoanálisis en su conjunto, en la actualidad, nos proponemos en este trabajo recuperar la radical ajenidad de lo inconsciente y la ampliación de la sexualidad pulsional -más allá de lo genital- como las principales tesis freudianas que introdujeron una nueva concepción del sujeto psíquico, y que mantienen su vigencia al momento de tratar de comprender, explicar y transformar los padecimientos psíquicos de los adolescentes. A partir del deslinde de los estatutos de lo corporal para el psicoanálisis, apuntamos a someter a caución categorías como trastornos de la alimentación con las que se plantean los diagnósticos que despojan a la psicopatología de los determinantes representacionales y libidinales en la causalidad de estas problemáticas, y determinan abordajes inadecuados. Como ya lo afirmó Freud, el cuerpo no se reduce a lo somático, sino que toma diversos modos de inscripción en la vida psíquica: cuerpo erógeno, cuerpo representacional, sin que lo biológico pierda su propio espesor, aunque articulándose de manera tangencial con los procesamientos psíquicos. Lejos de plantear una causalidad lineal, el corpus teórico del psicoanálisis da cuenta de la pluricausalidad psíquica, de la que es central no despojarse, para alcanzar una rigurosa articulación teorética.
Citas
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