Tipos de investigación en psicoanálisis

Debates y perspectivas

Autores/as

  • Maximiliano Azcona Universidad Nacional de La Plata
  • Lucía Soria
  • Mario Martínez
  • Martín Agrazar

Palabras clave:

psicoanálisis, investigación, metodología

Resumen

Este trabajo reseña críticamente los principales tipos de investigación en psicoanálisis y analiza una serie de prejuicios extendidos en nuestro ámbito rioplatense, sobre la metodología de investigación en psicoanálisis y sus implicancias en el desarrollo de la disciplina. Para ello, nos servimos primero de una tripartición taxonómica sobre la que hay considerable consenso en el ámbito psicoanalítico internacional; luego examinamos críticamente algunos presupuestos y consecuencias de esa tipología y, finalmente, elucidamos, sintetizamos y discutimos algunas posiciones comúnmente asumidas sobre: a) la posición de analista y la de investigador; b) el método clínico tradicional como herramienta de investigación; c) el lugar de la experiencia clínica y de los datos empíricos para la producción teórica en psicoanálisis. Finalmente, concluimos sobre la necesidad de sostener algunas controversias hacia adentro y hacia afuera de la disciplina, interrogándonos sobre las implicancias que esto puede tener para su porvenir.
Pese a las diversas formas de clasificar las investigaciones en el campo psicoanalítico (Azaretto y Ros, 2014; Liberman, 1970; Moser, 1989/1992; Perron, 1999; Wallerstein, 1993; Zukerfeld, 2009), actualmente existe consenso sobre una tripartición básica: investigación clínica, investigación conceptual e investigación empírica (Leuzinger-Bohleber y Bürgin, 2003; Leuzinger-Bohleber, 2015). La investigación clínica consiste en el abordaje de problemas que surgen en la práctica del dispositivo analítico, una vez que el analista decide volver sobre el proceso desde otra posición. Es decir, que no es durante el trabajo clínico que el analista investiga, sino a posteriori: elaborando el caso y teorizando a partir de él. En ese sentido, convendría llamarla investigación científica basada en la clínica, fundamentalmente para que no sea confundida con el proceso de indagación clínica que acontece en todo psicoanálisis, pese a que este último podría compartir algunas estrategias cognitivas y metodológicas con el primero (Ahumada, 1997/1999).
Es sabido que, sirviéndose del dispositivo clínico para generar y poner a prueba conjeturas, es como se han producido la gran mayoría de los conocimientos metapsicológicos de las diversas corrientes del psicoanálisis de todos los tiempos. Sin embargo, no toda investigación en el campo del psicoanálisis es clínica. En las últimas décadas se ha reconocido el peso específico que tiene la investigación conceptual. Así se designa el abordaje sistemático y metódico de los significados implícitos y explícitos de los conceptos psicoanalíticos, en sus usos clínicos y extraclínicos. Es decir, la investigación conceptual implica el tratamiento de problemas relativos a la producción, evolución o implantación geográfica de conceptos, así como a la forma en la que los conceptos se vinculan con los referentes, con el conocimiento nuevo o con conceptos de otras disciplinas, etc. (Dreher, 2000, 2005). Basta con recordar las implicancias teórico-clínicas que ha tenido el trabajo de analistas como Jean Laplanche sobre las lecturas de algunos importantes términos freudianos, para comprender el imprescindible valor que este tipo de abordajes conlleva para la disciplina y la profesión.
Por último, la denominación de investigación empírica designa un conjunto basto de diseños extra-clínicos que suponen el análisis de aspectos difíciles de observar clínicamente o que ameritan la implementación de otros procedimientos de obtención y/o análisis de datos. Las investigaciones sobre la eficacia de los tratamientos, la indagación empírico-sistemática de preconceptos en la mente del analista y los estudios con metodologías ad-hoc son buenos ejemplos de este tipo de diseños.
La tripartición mencionada, no ha sido elaborada en armonía y consenso, sino sobre importantes controversias y disputas. Quizás el debate entre los que han decidido priorizar las investigaciones basadas en el contexto psicoanalítico tradicional y aquellos que priorizan otros diseños y metodologías para la resolución de determinados problemas, sea una de las controversias metodológicas más interesantes del psicoanálisis contemporáneo (Azcona, 2018). A propósito de ello, en nuestro ámbito local, aún persisten resistencias notables ante todo lo que no sea investigación clínica, so pretexto de alejarse del positivismo. Curiosamente, esta primacía del método por sobre los problemas y objetos en juego, reintroduce el mismo tipo de metodología que se critica y de la cual se pretende huir.
Desde nuestra perspectiva, y sin desconocer el valor central de la metodología del estudio de casos para el psicoanálisis, consideramos que ha sido injustamente identificada con el único procedimiento viable para generar conocimiento en la disciplina; funcionando esta identificación como un obstáculo o resistencia para el debate metodológico y el mantenimiento de controversias saludables. Al fin y al cabo, no todas las preguntas que se formula el psicoanálisis pueden ser seriamente respondidas con un mismo método (Bernardi, 2002).

Citas

Ahumada, J. L. (1997b/1999). Descubrimientos y refutaciones. La lógica de la indagación psicoanalítica (pp. 409-430). Madrid: biblioteca nueva.

Azaretto, C. y Ros, C. (2014). Investigar en psicoanálisis. Buenos Aires: JCE.

Azcona, M. (2018). Discusiones sobre la naturaleza de la investigación en psicoanálisis. Revista Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales, 8(2), e042-e042. ISSN: 1853-7863 (Argentina). https://goo.gl/a7jXwa

Bernardi, R. (2002). La investigación empírica sistemática: qué método para cuáles preguntas. Actas del 4º Congreso de la Asociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica: “Desafíos a la Psicoterapia”, Montevideo, 25 - 27 de mayo de 2001, pp. 87-94. Montevideo: Audepp. http://www.fepal.org/images/congreso2002/invest/bernardi_r___investig_emp_r.pdf

Dreher, A. (2000). Foundations for Conceptual Research. London: Karnac Books.

Dreher, A. (2005). Conceptual research. En E.S. Person, A.M. Cooper y G.O. Gabbard (eds). Textbook of Psychoanalysis. Arlington, VA: American Psychiatric Publishing, Inc.

Leuzinger-Bohleber, M. (2015). Psychoanalysis as a “science of the unconscious” and its dialogue with the neurosciences and embodied cognitive science: some historical and epistemological remarks. En: Finding the Body in the Mind: Psychoanalysis, Neurosciences, Embodied Cognitive Science in Dialogue. (pp. 1-18) London: Karnac.

Leuzinger-Bohleber, M. y Bürgin, D. (2003). Pluralism and unity in psycho-analytic research: Some introductory remarks. En M. Leuzinger-Bohleber, A.U. Dreher y J. Canestri (eds), Pluralism and Unity? Methods of Research in Psychoanalysis (pp. 1-25). London: International Psychoanalytical Association.

Liberman, D. (1970). Lingüística, interacción comunicativa y proceso psicoanalítico. Buenos Aires: Nueva Visión.

Moser, U. (1989/1992). On-Line and Off-Line, Practice and Research: A Balance. En M. Leuzinger-Bohleber, H. Schneider y R. Pfeifer (eds.), Two Butterflies on My Head. Psychoanalysis in the Interdisciplinary Scientific Dialogue (pp. 181-196). New York: Springer. Originalmente publicado en Psyche - Zeitschrift für Psychoanalyse, 45, 315–34.

Perron, R. (1999). An Open door review of outcome studies in psychoanalysis (pp. 3-9). Londres: IPA Report.

Wallerstein, R. S. (1993). Investigación psicoanalítica. Informativo de la API, Psicoanálisis Internacional, verano de 1993.

Zukerfeld, R. (2001). Alianza terapéutica y encuadre analítico. VERTEX Revista Argentina de Psiquiatría, 12, 211-20.

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Publicado

2019-12-02