Apoyo social percibido por personas en situación de calle en CABA

Autores/as

  • Jorgelina Di Iorio Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicología/Conicet https://orcid.org/0000-0003-3714-7340
  • Susana Seidmann Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires
  • Gustavo Rigueiral Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires
  • Victoria Vera Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

Palabras clave:

apoyo social, personas en situación de calle, redes sociales

Resumen

Estar en situación de calle es una de las formas en las que se expresan los procesos de vulnerabilización y expulsión en los contextos urbanos. Las personas en situación de calle constituyen un grupo social definido por esta condición de privación y exclusión, producto de un proceso continuo de posesión y desposesión material, simbólica y afectiva, lo que las hace poseedoras de atributos socialmente desacreditadores, dando lugar a procesos de estigmatización (Seidmann et al., 2012). Pertenecen a esos ciudadanos y ciudadanas “no aceptables”, que son calificados como “vidas precarias” o “vidas desperdiciadas” (Bauman, 2005)

Este campo de problemas no se reduce a quienes literalmente utilizan el espacio público como lugar de pernoctación, sino que incluye todo otro conjunto de personas que utilizan la red de alojamientos nocturnos transitorios –hogares y paradores– y quienes se encuentren en riesgo de situación de calle1. Según las organizaciones sociales que trabajan con la temática, en 2019 se registraron 7251 personas en situación de calle, de las cuales solamente 1831 utilizan la red transitoria de alojamiento nocturno (Informe Ejecutivo Censo Popular, 2019). Quedar en situación de calle, así como las tensiones propias de la subsistencia cotidiana, que incluyen conseguir alimento, un lugar donde dormir, estar expuesta/o a diversos tipos de violencias, entre otras, se traducen en estrés (Bachiller, 2014; Castellow et al., 2015; Grandón et al., 2018).  Los estudios muestran que, contrariamente a lo esperado, el apoyo social emocional es más buscado que el instrumental, lo que se relaciona con lo que se plantea sobre la importancia del trabajo psicosocial tendiente a la producción social de salud mental.

En el marco de un proyecto de investigación financiado por la Universidad de Buenos Aires en el marco del programa UBACyT 2018-2020 y con sede en la Facultad de Psicología, que tiene como objetivo general comprender la sociogénesis de las marginaciones sociales urbanas, en particular con personas en situación de calle en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el presente trabajo se propone presentar resultados preliminares sobre la caracterización de la percepción de apoyo social e identificar los recursos sociales (redes), que aumentan o disminuyen su capacidad de dar respuesta a las vivencias de estigmatización y segregación social.

Al tratarse de una población oculta o de difícil acceso (Bastos y Bertoni, 2014), se realizó un muestreo por tiempo y espacio –time-space sampling– (Semaan, 2010) que permitió contactar a los/as participantes en localizaciones específicas en las que se encuentran en momentos específicos. De este modo, se conformó una muestra intencional por criterios (Patton, 1990) de 102 personas en situación de calle que asisten a dispositivos de la red socioasistencial de la Ciudad de Buenos Aires, a las que se les administró el Cuestionario MOS de Apoyo Social Percibido de 20 ítems (Rodríguez Espínola y Carmelo, 2007; Sherbourne, 1991) y un cuestionario de datos sociodemográficos construido ad hoc.

Se encontraron diferencias en función del tiempo en situación de calle (menos de 6 meses-1 año, entre 1 y 3 años, más de 3 años) así como también en función del género en las dimensiones de apoyo emocional (amor, empatía) y de apoyo instrumental (recursos). También se identificaron diferencias en lo que respecta al componente cuantitativo o estructural del apoyo, es decir las interconexiones de recursos/instituciones que lo posibilitan, el cual se utiliza como indicador del tamaño de la red social. Resulta significativo que para quienes la situación de calle tiende a la cronicidad (más de 3 años en situación de calle) se registra una distancia entre una red “amplia” en el sentido cuantitativo (muchas instituciones o servicios por los que circulan, personas que conocen –tanto profesionales como no profesionales–) y la percepción de ser “una ayuda que sirve para salir”.

Indagar sobre el apoyo social percibido se traduce en posibilidades de comprensión y de diseño de propuestas de acompañamiento psicosocial. Se trata de reconstruir vínculos sociales dañados y/o deteriorados. Resulta de especial interés la producción de datos con evidencia empírica en esta problemática, ya que constituye un área de vacancia.

Notas

1- Según la Ley N° 3706/11 de Protección de Derechos de las Personas en Situación de Calle, de CABA, están en riesgo de calle: 1. personas con sentencia de desalojo; 2. personas que viven en hoteles bajo el subsidio habitacional otorgado por el Decreto 690/GCABA/06 y sus modificatorios o amparos; 3. quienes duermen en estructuras temporales o asentamientos; 4. personas institucionalizadas en cárceles, hospitales generales y hospitales monovalentes (salud mental) con posibilidad de egreso y jóvenes por cumplir 18 años institucionalizados en el sistema de protección con pronto egreso.

2- https://acij.org.ar/wp-content/uploads/2019/07/416580426-Informe-Ejecutivo-CPPSC-2019.pdf

https://www.pagina12.com.ar/204693-la-ciudad-desnuda

https://www.lanacion.com.ar/sociedad/segun-organizaciones-sociales-dos-anos-aumento-65-nid2265135

https://www.facebook.com/censopopularpsc

Citas

Bachiller, S. (2014). Procesos de «atrincheramiento»: un análisis etnográfico sobre las dinámicas de consolidación en la situación de calle. Cuadernos de Trabajo Social, 27, (2), 375-383.

Bastos, F.I. y Bertoni, N. (2014). Pesquisa Nacional sobre o uso de crack. Quem são os usuários de crack e/ou similares do Brasil? Quantos são nas capitais brasileiras? Rio de Janeiro: ICICT/FIOCRUZ.

Castellow, J., Kloos, B. y Townley, G. (2015). Previous Homelessness as a Risk Factor for Recovery from Serious Mental Illnesses. Community Mental Health, 51, 74-84.

Grandón, P., Vielma-Aguilera, A., Castro-Alzate, E., Bustos, C. y Saldivia, S. (2018). Caracterización de las personas en situación de calle con problemas de salud mental, que se encuentran en la Región del BíoBío. Revista Chilena de Neuropsiquiatría, 56, (2), 89-99. http://dx.doi.org/10.5209/rev_CUTS.2014.v27.n2.44540

Rodriguez Espinola, S. y Carmelo, E. (2006). Validación Argentina del Cuestionario MOS de Apoyo Social Percibido. http://texas.palermo.edu.ar/cienciassociales/psicologia/publicaciones/pdf/Psico7/7Psico%2010.pdf

Seidmann, S., Azzollini, S., Thomé, S. y Di Iorio, J. (2012). Construcciones identitarias, juventud y vida cotidiana: un estudio desde la teoría de las Representaciones Sociales. Anuario de Investigaciones. Secretaría de investigaciones, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. ISSN 0329-5885.

Semnan, S. (2010). Time-Space Sampling and Respondent-Driven Sampling with Hard-To-Reach Populations Methodological Innovations Online 5, (2), 60-75. https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.4256/mio.2010.0019

Sherbourne, C. y Stewart, A. (1991). The MOS Social Support Survey. Soc Sci Med 32, 705 – 714.

Tardy, C. (1985). Social Support Measurement. Community Psychology, 13, 187-202.

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Publicado

2019-11-28