Interrogantes sobre el yo y el sujeto deseante: identidad de género en la infancia

Autores/as

  • Nancy Lopes Facultad de Psicología UNLP

Palabras clave:

yo, sujeto, identidad

Resumen

El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación “Modalidades contemporáneas de la sexualidad humana. Desarrollos en Psicoanálisis. Segunda etapa” dirigido por la Lic. Claudia de Casas, proyecto acreditado por la UNLP con sede en el Laboratorio de Investigaciones en psicopatología y psicoanálisis.

Se realiza una indagación exploratoria que busca contribuir a revisar y ampliar las bases teóricas del psicoanálisis como herramienta clínica para el abordaje del padecimiento subjetivo tal como se presenta en nuestra época, esto configura que la metodología utilizada no es la de un estudio netamente bibliográfico, sino que, en tanto investigación psicoanalítica, la clínica guarda un lugar en nuestra tarea. En este sentido, desde la clínica psicoanalítica con niños, la época nos confronta a nuevos atolladeros ante los cuales debemos poder mantener la escucha de aquel sujeto que está frente a nosotros.

En el trabajo con niños se advierte de antemano que ese niño no llega por sus propios medios al espacio analítico, pero no es sin él que la cura debe avanzar. Se busca escuchar la demanda de aquellos que consultan por él como uno de los tantos discursos que envuelven al recién llegado.

Delimitar en estos casos el pedido y la demanda de análisis es la orientación psicoanalítica: esa falla estructural en la que se inscribe el deseo entre aquello que se pide y lo que se demanda. En la clínica con niños se busca leer con detenimiento la demanda del niño/niña que se articula en la demanda de aquellos otros.

En el enjambre significante del orden simbólico del siglo XXI, es posible identificar discursos que moldean estas demandas, discursos en los que se recortan los modelos que se ofrecen como imagen especular en la constitución yoica.

Sigmund Freud (1921) habla de aquella identificación que se configura en la prehistoria del complejo de Edipo, identificación que resulta fundante de toda ligazón afectiva, que precede y en gran medida favorece el acontecimiento edípico. Esta identificación primaria es aquella que antecede a todo sujeto, posibilitando la constitución del sujeto deseante, identificación que constituye la base del narcicismo, del “yo como unidad” anterior a toda elección de objeto, futura y posible.

Jacques Lacan (1949) retoma en el estadio del espejo esta identificación primaria como imago, recuperando la distinción freudiana entre narcisismo primario, aquel “narcicismo redivivo de los padres” (Freud, 1914: 88) y el narcicismo secundario asumido con posterioridad a el atravesamiento de la castración, de la novela edípica.

Lacan también toma como punto de partida la prematuración humana y la inexistencia del “yo como unidad”, señalando que “la función del estadio del espejo se nos revela entonces como un caso particular de la función de la imago, que es establecer una relación del organismo con su realidad” (Lacan, 1949: 102). Del cuerpo fragmentado del niño, la identificación primaria hace las veces de una imagen ortopédica que le da unidad.

Asimismo, en el Seminario 2, Lacan introduce lo simbólico como aquello que está más allá de lo imaginario: “tenemos, pues, el plano del espejo, el mundo simétrico de los egos y de los otros homogéneos. De él debe distinguirse otro plano, que llamaremos el muro del lenguaje” (Lacan, 1955: 366).

Otra referencia interesante es aquella afirmación lacaniana que sitúa al muro del lenguaje como el origen fundante del malentendido: “si la palabra se funda en la existencia del Otro, el verdadero, el lenguaje está hecho para remitirnos al otro objetivado, al otro con el que podemos hacer todo cuanto queremos, incluido pensar que es un objeto” (Lacan, 1955: 367).

Este muro del lenguaje del que se van recortando significantes y objetos, no es ajeno a los discursos de la época, discursos que, siendo portados por aquellos espejos constituyentes del narcisismo originario, se impregnan imaginariamente. Entre estos, en la clínica con niños aparece el discurso legal acompañado del discurso médico, obturando los tiempos lógicos de la constitución subjetiva, tiempos en que, con sus impasses singulares, comienza a configurarse lo que será la posición sexuada. Se entorpece la escucha del sujeto deseante, el niño o la niña, en pos de la urgencia de ser “buenos padres-buenas madres” en la identificación alienante en estos discursos.

El deseo del analista orienta la cura al prestar la escucha a un sujeto permitiendo su reconstrucción deseante en un tiempo de ver, un tiempo de comprender y un tiempo de concluir, teniendo como marco garante, todos los derechos civiles en los que, en tanto ciudadano, el sujeto podrá ampararse.

Citas

Freud, S. (1914). Introducción del Narcisismo. AE. Volumen XIV, Buenos Aires.

Freud, S. (1921). Psicología de las masas y análisis del yo. AE. Volumen XVIII. Buenos Aires.

Freud, S. (1923). El yo y el ello. AE, Volumen XIX. Buenos Aires.

Lacan, J. (1946). Escritos I. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.

Lacan, J. ([1954-1955] 1986). El seminario, libro II: El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica. Clase 19: Introducción del gran Otro. Buenos Aires: Paidós.

Lacan, J. (1969). Intervenciones y textos II. Buenos Aires: Manantial.

Mólica Lourido, M. (2016). La ocasión de la transferencia en la Clínica con niños. VIII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXIII Jornadas de Investigación XII Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. https://www.aacademica.org/000-044/799.pdf

Silvestre, M. (1990). Mañana el psicoanálisis. Buenos Aires: Manantial.

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Publicado

2019-12-13