Dispositivo de taller, su importancia en la co-construcción de saberes

Autores/as

  • Antonella Marcucci Facultad de Psicología - UNLP
  • Manuela Dacciavo Facultad de Psicología - UNLP

Palabras clave:

taller, grupo, co-construcción

Resumen

En el siguiente trabajo nos proponemos presentar la experiencia llevada a cabo en el marco del proyecto de extensión “Violencias de género y noviazgos adolescentes. Prevención desde la escuela y comunidad educativa”. Dicho proyecto tenía como objetivo general el abordaje de las violencias ejercidas contra las mujeres, buscando promover procesos de concientización, desnaturalización y visibilización.

Nuestra experiencia como extensionistas la llevamos a cabo en la Escuela Astillero Río Santiago de Ensenada teniendo como destinatarios estudiantes del tercer año B, de entre 13 y 14 años. Con los mismos fue utilizada la modalidad de taller, con trabajo grupal. Los talleres fueron cuatro y se organizaron en tres momentos, en el primero se realizaba una breve exposición teórica introduciendo a los estudiantes en la temática; el segundo momento se llevó a cabo dividiéndo en subgrupos a los estudiantes con dos co-coordinadores (dupla de extensionistas), trabajando en torno a diferentes consignas; y, en el tercero, tenía lugar un plenario general, generando un espacio para el intercambio entre estudiantes y extensionistas.

En cuanto a nuestro rol, nos dividimos en duplas teniendo a cargo la co-coordinación de un grupo de entre 5 y 7 estudiantes. Tuvimos como función la coordinación grupal y el registro de emergentes, a partir de la crónica.

Al finalizar la experiencia realizamos una articulación teórica con la modalidad de trabajo utilizada, el taller. Entendemos que éste genera un entorno no formal en lo educativo, ya que los participantes interactúan entre sí en torno a una tarea específica. A su vez se pensó a los estudiantes como sujetos activos, en tanto no se buscaba el dictado de una clase teórica sino la co-construcción, donde se valore la participación de los mismos y nada sea desestimado. Esto fue posible ya que los participantes, tanto estudiantes como extensionistas, interactuaron entre sí en torno a una tarea específica; lo cual modifica el rol del educando, pasando de un rol pasivo a un rol protagónico en la situación de aprendizaje. Nos parece crucial destacar la importancia de la escucha, ya que sus aportes en todo momento fueron valiosos y promovieron el avance de la/s tarea/s. Producto de esta interacción se pudieron identificar grandes efectos; tales como el sentirse seguros a la hora de participar, avanzados los encuentros; confiar experiencias de su vida personal poniéndolas en relación con los temas abordados en el taller; y, también la transformación individual al momento de llevar a la práctica lo trabajado en cada encuentro.

Reconocemos algunos elementos constitutivos de la modalidad de taller, los cuales fueron llevados a cabo:

  1. Trabajar en pequeños grupos: allí los integrantes interactuaban compartiendo una misma tarea, así como también un interjuego de roles. Desde nuestra experiencia pudimos observar los distintos roles que se iban presentando (líder, portavoz, “chivo expiatorio”, líder de la resistencia) y cómo estos iban cambiando en cada encuentro.
  2. Valorar la participación de los sujetos: a partir de este elemento podemos destacar que valorar su participación los motivó a seguir realizando sus aportes. Estos nos resultaron sorpresivos ya que daban cuenta del interés por el tema y del recorrido realizado en los talleres.
  3. Integración de experiencias personales en los procesos de enseñanza-aprendizaje: cada vez que los estudiantes realizaban una integración con sus experiencias denotaba que estaban interiorizando los contenidos propuestos desde cada taller.
  4. Intencionalidad operativa: que los aprendizajes adquiridos tengan influencia en la acción de los propios participantes.

Por último, destacar también la importancia de lo grupal entendiéndolo como algo circular que tiene el poder de generar sentidos, no solo desde lo dicho y lo no dicho, sino también a partir de los movimientos corporales, miradas, posiciones, etc. En los distintos grupos pudimos reconocer tanto los procesos identificatorios como los procesos transferenciales, no solo con los y las extensionistas sino también con las diferentes tareas.

Citas

Del Cueto, A. M. (1985). Lo grupal 2, pp. 13-36. Buenos Aires: Edición Búsqueda.

García, D. (2001). El grupo. Métodos y técnicas participativas par. Buenos Aires: Espacio Editorial.

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Publicado

2020-04-08