El rol del psicólogo en el ámbito perinatal

Resumen

Esta presentación parte de la necesidad de dar a conocer una nueva rama dentro de la psicología, con aspectos teóricos y clínicos  propios y un rol novedoso para los trabajadores de la salud mental. Enmarcada en una reformulación y complejización del concepto de salud, la consideración de los sujetos como seres biopsicosociales, y desde un enfoque de derechos, la psicología perinatal intenta acompañar y dar respuesta a un sinfín de problemáticas y necesidades que presentan las familias durante el atravesamiento de estas etapas vitales.

La maternidad implica una transformación única y en todas las esferas de una persona. Es considerada una crisis vital y evolutiva, ya que supone reorganizaciones y reconfiguraciones en los planos físicos, psíquicos y sociales del sujeto que la atraviesa. Esta crisis será vivenciada por la madre en función de su historia personal, su estructura de personalidad, la situación presente, las características del bebé y la ubicación de este niño en el desencadenamiento histórico de su familia (Oiberman, 2013). A su vez, en varias ocasiones, puede confluir con otras situaciones (violencia, separaciones, pérdidas de seres significativos, mudanzas, adicciones, etc.), tornándose una doble crisis.

La maternidad interpela, remueve y reubica. Madre no se nace, se hace, se construye.  Oiberman (2013) toma el concepto de “maternaje”, para distinguir el proceso psicoafectivo que se da o no en una mujer que ha tenido un niño, oponiéndolo al de maternidad, hecho meramente biológico. Es por ello que embarazo, parto, puerperio y crianza no pueden ser concebidos desde una visión reduccionista donde solo se intervenga desde el acto médico, sino que es importante que se incorpore una visión integral, que considere el alto impacto que representan en ellos la historia subjetiva, la constelación familiar, social, de pareja, entre otras cuestiones. Partiendo de allí, es que se despliega un nuevo campo teórico y clínico en nuestra disciplina: La Psicología Perinatal, que aunque consta de muchos años de investigaciones y trabajo clínico, aún sigue siendo un terreno desconocido para la mayoría de los profesionales psi y una gran área de vacancia.

En estos últimos tiempos, y en sintonía con múltiples acontecimientos sociales, culturales y políticos, empieza a emerger, cada vez con más fuerza y en diferentes ámbitos, la visibilización de los aspectos psicoemocionales de los procesos perinatales, la necesidad de atención integral a las familias que los atraviesan y el trabajo para garantizar los derechos de estas. Ello, sumado a las alarmantes cifras, arrojadas por estudios a nivel mundial, sobre salud mental materna y violencia obstétrica, hace que se torne urgente la formación e inserción de los profesionales de la salud mental en el área.

La psicología perinatal se ocupa del acompañamiento y abordaje clínico de los procesos que rodean el nacimiento, la maternidad/paternidad y las vicisitudes que ellos plantean. Abarcando la concepción, gestación, embarazo, parto, nacimiento, puerperio y crianza, entre otros.

La labor del psicólogo perinatal comprende la promoción de la salud y la prevención, aspectos psicoeducativos y de sostén, intervención, diagnóstico y tratamiento psicoterapéutico. Se parte de la importancia de contribuir al bienestar emocional, el establecimiento de vínculos saludables y la adaptación a los nuevos roles e identidades. El rol del psicólogo perinatal es versátil y flexible. No se limita a las paredes del consultorio y concibe encuadres diversos que abarcan dispositivos de atención en consultorio externo, tareas en la unidad de terapia intensiva neonatal, salas de preparto, parto y cesáreas, salas de internación conjunta, salas de internación obstétrica y consultorio de Psicología de la primera infancia (Oiberman, 2011). Trabaja principalmente con la diada madre/bebé pero no se limita a ellos exclusivamente. También acompaña e interviene en situaciones que implican al resto de los familiares y hasta al equipo de salud. Otra de sus particularidades es el origen de la demanda: ésta no siempre proviene de la madre, sino que muchas veces es el equipo médico el que la solicita, cuando observa dificultades o indicadores que excedan lo orgánico.

La labor del/de la psicólogo/a perinatal no es solo una cuestión de acompañamiento profesional y humano sino también ético y político. Se trabaja para favorecer el protagonismo y empoderamiento de quienes atraviesan dichos procesos. Se trata de dar lugar a las vivencias subjetivas, de posibilitar la puesta en palabras, habilitar sentires y pensares ambivalentes o que no condicen con “lo esperado”, propiciar la búsqueda de recursos internos, la creación o reactivación de redes de sostén.