Evaluación de la calidad del ambiente educativo en establecimientos de nivel inicial de La Plata

Autores/as

  • María Justina Romanazzi Centro de Estudios en Nutrición y Desarrollo Infantil (CEREN-CIC)

Palabras clave:

evaluación, calidad, infancia temprana

Resumen

En este trabajo se exponen los resultados de una de las líneas que conforman un proyecto más amplio de investigación denominado “Evaluación de las condiciones del cuidado doméstico y extra doméstico, estado nutricional y desarrollo infantil en Gran La Plata”, llevado a cabo por el equipo del Centro de Estudios en Nutrición y Desarrollo Infantil (CEREN). La línea que se presenta tuvo como propósito específico la evaluación de la calidad del ambiente en los establecimientos educativos de nivel inicial de la ciudad de La Plata que participaron del proyecto. Un ambiente de calidad para la etapa de la vida infantil abarcada en este estudio, se define como aquel que promueve el desarrollo temprano del niño incluyendo los dominios físico, socioemocional y cognitivo, así como también su salud y seguridad (Sylva, Siraj-Blatchford & Taggart, 2003). Se sostuvo un concepto global de calidad aplicado al ambiente educativo que incluye tanto aspectos de proceso como estructurales. Los primeros refieren a variables como las interacciones de los niños con sus pares, con los docentes y con los materiales/actividades disponibles. Los segundos incluyen cuestiones tales como las provisiones con las que cuenta el personal de la institución educativa, la participación de los padres, el diseño curricular, entre otras (Frank Porter Graham Child Development Institute, 2005). El interés de un estudio que apunta a delimitar estas características reside en la posibilidad de orientar intervenciones específicas, dada la condición determinante que tienen los contextos de cuidado y educación de los niños sobre su desarrollo. Esto tiene especial relevancia a edades tempranas y en situaciones de vulnerabilidad en las que un servicio educativo de calidad puede paliar algunos efectos negativos de privaciones o déficits del hogar (López Boo, Araujo y Tomé, 2016).

El proyecto de investigación en el que se inscribe este trabajo se basó en un diseño metodológico de tipo transeccional correlacional. Partió de la selección de una muestra representativa de escuelas y secciones (sala de 5 años) del nivel inicial público urbano de la ciudad de La Plata (n=16). Para la exploración de las variables que se consideran en este trabajo, se utilizó la Escala de calificación del Ambiente de la Infancia Temprana Revisada (ECERS-R) (Harms, Clifford y Cryer, 1998). Se trata de un instrumento estandarizado que permite cuantificar las observaciones realizadas en salas de niños de entre 2 y 5 años a partir de 7 dimensiones: “Espacio y mobiliario”, “Rutinas de cuidado personal”, “Lenguaje y Razonamiento”, “Actividades”, “Interacción”, “Estructura del programa” y “Padres y Personal”. Cada una de estas dimensiones está constituida por una serie de ítems que debe relevarse y puntuarse de acuerdo a su adecuación o no a estándares considerados mínimos para un desarrollo infantil pleno. Las puntuaciones otorgadas a cada ítem, siguiendo los criterios propuestos en la prueba, permiten ubicarlos en las categorías “inadecuado” (1 punto), “mínimo” (3 puntos), “bueno” (5 puntos) y “excelente” (7 puntos). De esa manera se puede obtener una valoración promedio para cada dimensión, mientras que la media de la suma de todas las dimensiones se interpreta como el nivel de calidad global del ambiente educativo.

Los resultados analizados a nivel distrital, arrojaron una puntuación media de la calidad global de 4.34 puntos. Según la interpretación de los puntajes ofrecida por la prueba, se trata de un nivel de calidad que no alcanza la categoría considerada suficiente. Sin embargo, el análisis pormenorizado de los resultados de las dimensiones permitió observar que las de “Interacción” (M = 5.32, DE = .79) y “Lenguaje y Razonamiento” (M = 5.06, DE = .95) exhiben los valores más altos y se consideran de un nivel de calidad suficiente. Estas dos dimensiones, han sido identificadas como las que contienen el mayor porcentaje de indicadores de calidad de proceso (Cassidy, Hestenes, Hegde, Hestenes y Mims, 2005). La incidencia de las variables de proceso sobre el desarrollo infantil ha sido enfatizada en varios trabajos sobre el tema (La Paro et al., 2004; Hamre y Pianta, 2007). En la presente investigación esa correlación aún debe ser constatada.

Se advierte la necesidad de implementación de políticas públicas destinadas a la mejora de aspectos edilicios, mobiliario y materiales que contribuyan a aumentar la calidad de las otras dimensiones involucradas.

Citas

Cassidy, D., Hestenes, L., Hegde, A., Hestenes, S. y Mims, S. (2005). Revisiting the two faces of child care quality: Structure and process. Early Education and Development, 16(4), 505-520.

Frank Porter Graham Child Development Institute. (2005). Environment rating scales: Assessment instruments for early childhood and child care program quality. https://ers.fpg.unc.edu

Hamre, B. y Pianta, R. (2007). Learning opportunities in preschool and early elementary classrooms. En R.C. Pianta, M.J. Cox y K.L. Snow, Eds. School readiness y the transition to kindergarten in the era of accountability. 49-83. Baltimore, MD: Paul H. Brookes Publishing Co.

Harms, T., Clifford, R. M. y Cryer, D. (1998). Early childhood environment rating scale (Rev. ed.). New York: Teachers College Press.

La Paro, K., Pianta, R. y Stuhlman, M. (2004). The classroom assessment scoring system: Findings from the prekindergarten year. Elementary School Journal,104, 409–426.

López-Boo, F., Araujo, M. y Tomé, R. (2016). ¿Cómo se mide la calidad de los servicios de cuidado? Guía de herramientas. Washington DC: Banco Interamericano de Desarrollo.

Sylva, K., Siraj-Blatchford, I. y Taggart, B. (2003). Assessing quality in the early years: Early Childhood Environment Rating Scale-Extension (ECERS-E): Four curricular subscales. Stoke-on Trent: Trentham Books.

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Publicado

2020-04-17