La formación profesional del cuidador de personas con deterioro cognitivo y demencias

Autores/as

  • Marcela Alvarez Facultad de Psicología UNLP

Palabras clave:

deterioro cognitivo, demencia, cuidadores

Resumen

El deterioro cognitivo (DC) y las demencias (D) son patologías crónicas y progresivas que conforme pase el tiempo evolucionarán hacia un estado de dependencia (disminución o ausencia de la capacidad para realizar actividades de la vida cotidiana); esto implica que la persona afectada deberá ser asistida por un cuidador. En los primeros estadios, estos cuadros se presentan con pérdida o declive patológico de funciones cognitivas (memoria, atención, lenguaje, praxias, gnosias o funciones ejecutivas), con relativa preservación de las habilidades funcionales (Bagnati y otros, 2005; Arizaga, 2011). Esto último quiere decir que en los momentos iniciales el paciente cuenta con un desempeño parcialmente eficaz en su vida diaria, por lo tanto los momentos de asistencia que requerirá serán acotados. En los estadios avanzados (moderados y severos) habrá una evolución mayor de los síntomas, lo cual llevara a cuidados más prolongados en el tiempo, es decir, la carga horaria dedicada a la persona enferma será cada vez mayor. En las primeras etapas se espera que el rol de cuidador principal lo lleve adelante un familiar directo, generalmente el cónyuge, pero conforme pase el tiempo se deberá contar con un cuidador externo asignado.

Asistir a un adulto mayor con patología neurodegenerativa en estado de dependencia conlleva esfuerzo y dedicación; aquellas personas que prestan servicio durante largos períodos a esta población frecuentemente sufren una sobrecarga que impacta a nivel psicoemocional y que en ocasiones requiere atención médico-farmacológica. Dentro de los factores de riesgo descriptos para sobrecarga aparecen cuadros asociados a depresión leve, ansiedad, altos niveles de estrés y malestar físico (Méndez & Solano Pérez, 2016; Giraldo y otros, 2010; Carrillo y otros, 2014). A este respecto, existe una pluralidad de intervenciones, donde se destacan grupos de autoayuda, psicoterapia y talleres informativos. Algunos autores sostienen que el aporte específico y concreto genera seguridad y confianza en el cuidador, fortaleciendo su actitud y disposición a la tarea asistencial (Hernández y otros, 2014). Esto pone de relevancia que se debe contar con asesoramiento específico para ejercer con calidad la tarea de cuidar. Por calidad del cuidado se entiende la habilidad que posee quien efectúa los cuidados, su conocimiento del tema y la capacidad para tomar decisiones (Barrera-Ortiz y otros, 2013; Amador-Marín & Guerra Martín, 2017).

Actualmente contamos con espacios de apoyo gratuitos para familiares de personas con DC o D, pero no con un espacio específico para los cuidadores. Los expertos en el tema refieren que quienes asisten diariamente a las personas que padecen estos cuadros sufren estrés o patologías psicoafectivas debido, en muchos casos, a la falta de experiencia, no contar con formación en el tema o con estrategias adecuadamente organizadas en un plan de trabajo (Alvarado, 2010; Canevaro & Smith, 2013).

En el año 2012, desde una institución privada en la ciudad de La Plata, se crea un espacio de orientación para familiares y para cuidadores asignados de personas con DC y D. La activa participación de los cuidadores hizo que  el espacio se instalara como una propuesta educativa específica, por lo que se decidió hacerla abierta a la comunidad en la Facultad de Psicología, a través de la Secretaría de Extensión. Se abrió el espacio de orientación para los cuidadores asignados que se dio en llamar GOC (Grupo de Orientación para Cuidadores), espacio al que asistieron cuidadores de personas que padecen DC y D.  

Objetivos

Orientar la práctica en el cuidado de personas con deterioro cognitivo y demencias. Adquirir manejo eficaz de los síntomas conductuales en los diferentes cuadros demenciales, manejo de déficit cognitivo y eficacia en la comunicación con el paciente.

Método

Encuentros semanales en modalidad taller con análisis del plan de trabajo, seguimiento del estrés del cuidador y estrategias de manejo cognitivo-conductual.

Resultados

La propuesta GOC, que se desarrolló durante 2014-2015, revalorizó la actividad de los cuidadores. Por su impacto, dio lugar a la creación del curso “Cuidador de Adultos Mayores Dependientes”, que se desarrolló desde EUO UNLP en 2017-2018 con un alto número de egresados. Estas actividades fomentan la práctica responsable en el cuidado de las personas mayores con DC.

Conclusión

Teniendo en cuenta el cambio demográfico y la prevalencia del deterioro cognitivo es fundamental contar con prácticas educativas alternativas de calidad con contenidos específicos que orienten las buenas actuaciones de los cuidadores.

Citas

Alvarado, A. M. (2010). Experiencia de cuidar a un paciente con enfermedad crónica después de recibir una capacitación. Salud, Barranquilla, 26(2), pp. 232-49.

Arizaga, R. (2011). Deterioro cognitivo y demencias. Buenos Aires: Polemos.

Bagnati, P., Allegri, R. F., Kremer, J. y Taragano, F. E. (2005). Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias. Buenos Aires: Polemos.

Amador-Marín, B. y Guerra Martín, M. (2017). Eficacia de las intervenciones no farmacológicas en la calidad de vida de los cuidadores de pacientes con enfermedad de alzheimer. Gaceta Sanitaria, 31 (2), pp. 154-160.

Barrera-Ortiz, L., Carrillo-Gonzalez, C., Chaparro Díaz, L. y Sánchez-Herrera,B. (2013). Modelo para abordar la carga del cuidado en la enfermedad crónica en Colombia. Orinoquia 19 (1).

Campos, S., Alcayaga, C., Bustamante,C., Herrera, L. y Urrutia, M. (2015). Evaluación de un programa piloto de apoyo para trabajadores que cuidan familiares dependientes: pre-postest. Gerokomos. 26 (4), pp. 127-31.

Carrillo, G., Chaparro-Díaz, L. y Sánchez-Herrera, B. (2014). Carga del cuidado en cuidadores familiares de personas con enfermedad crónica en la región pacífica colombiana. Ciencia y Enfermería, 20(2).

Giraldo Molina, C. I. y Franco Agudelo, G. M. (2006). Calidad de vida de los cuidadores familiares. Revista Aquichan, 6(1), pp. 38-53.

Hernández, N., Moreno, C. y Barragán, J. (2014). Necesidades del cuidado de la díada cuidador-persona: expectativas de cambio en intervenciones de enfermería. Revista Cuidarte. 5 (2), pp. 748-56.

López, J. y Crespo, M. (2007). Intervenciones con cuidadores de familiares mayores dependientes. Psicothema 19(1), pp. 72-80.

Méndez,L., Giraldo, O., Aguirre-Acevedo, D. y Lopera, F. (2010). Relación entre ansiedad, depresión, estrés y sobrecarga en cuidadores familiares de personas con demencia tipo alzheimer por mutación e280a en presenilina 1. Revista Chilena de Neuropsicología. 5 (2), pp. 137-145.

Salazar Montes, A., Paredes, M. y Solano Pérez, J. (1997-2014). Evaluación e intervención de la sobrecarga del cuidador informal de Adultos mayores dependientes. Revisión de artículos entre 1997-2014. Archivos de Medicina 16 (1), pp. 144-154.

Sánchez Herrera, B., Carrillo González, G., Barrera Ortiz, L. y Chaparro Díaz, L. (2013). Carga del cuidador de la enfermedad crónica no transmisible. Revista Aquichan, 13 (2), pp. 247-60.

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Publicado

2020-02-05