¿De qué hablamos cuando hablamos de cuerpo?

Aproximaciones a la noción de cuerpo en el marco de la interconsulta realizada por residentes de psicología clínica

Autores/as

  • Victoria Demarco Facultad de Psicología - UBA
  • Melisa Esteves Facultad de Psicología - UBA
  • Ayelén Romero Facultad de Psicología - UBA
  • Gaia Giacometti Facultad de Psicología - UBA

Palabras clave:

interconsulta, cuerpo, cáncer

Resumen

El siguiente escrito se realizó a partir del trabajo de interconsulta llevado a cabo por residentes de psicología en un hospital escuela monovalente referente en la  investigación y tratamiento de las enfermedades oncológicas. Se trata de un trabajo cualitativo que se enmarca principalmente en la teoría psicoanalítica. En el contexto de trabajo de la interconsulta, donde la visión médica es imperante, se vuelve necesario hacer una reflexión en relación con las distintas nociones de cuerpo implicadas en la práctica de  interconsulta.  Así, se apunta a definir los posibles abordajes de lo corporal en el hospital, a partir de  las concepciones de cada posición, en este caso la medicina y el psicoanálisis. Lejos de querer sostener posiciones dicotómicas, se trata de presentar las distintas formas de  aproximación al concepto de cuerpo y los modos de articulación en la práctica.

Desde la medicina se aborda el cuerpo a partir del estudio de la fisiología y la  anatomía. Esta última es la ciencia de las estructuras del cuerpo, como refiere Jacques Lacan  “(...) si damos al término anatomía su sentido estricto y, por así decir,  etimológico, el que pone de relieve la ana-tomía, la función del corte. Todo lo que  conocemos de la anatomía está ligado a la disección” (1963: 256). Por otro lado, la  fisiología aborda las características y mecanismos específicos del cuerpo humano que  hacen que sea un ser vivo. De esta manera, se describe lo corporal a partir de la  localización, la interrelación y la función de sus distintos componentes, a la vez que se  define al ser humano a partir de sus diversas funciones corporales, formando una  secuencia automática de la vida que le permite adaptarse al medio (Guyton y Hall,  1956). En este sentido, se aborda lo corporal desde su mero soporte material, la dimensión de  la extensión. Se trata del cuerpo como máquina totalizadora e idéntica, para la medicina científica todos los cuerpos son EL cuerpo, siempre el mismo (Leibson, 2018). En  el hospital, se hace evidente esta fragmentación en la división de sus servicios, que definen su trabajo a partir de la localización del tumor en el cuerpo (Ej. Cabeza y  Cuello, Gastroenterología, Ginecología, Urología, Tórax, etc.). Todo lo que es nombrado como enfermedad transcurre en la materialidad del cuerpo; es decir, la patología como aquello que define lo corporal.

Cuando algo hace obstáculo en la práctica médica, escapa al conocimiento y abordaje  científico-médico, el analista es convocado, a partir de la interconsulta, para dar una  respuesta allí. Lacan, en su Seminario 19, comenta: “cuando alguien viene a verme a un consultorio por primera vez y yo escando nuestra entrada en el asunto en algunas entrevistas preeliminares, lo importante es la confrontación de cuerpos” (1972: 224). Entonces, ¿podría pensarse la inserción del analista en la práctica de interconsulta como una “confrontación de cuerpos”? Ante todo, se trata de un analista en cuerpo disponible a lo inesperado de cada encuentro. El paciente dentro de las coordenadas médicas entrega su cuerpo como objeto de estudio. Se puede pensar que a partir de la intervención psicoanalítica se intenta devolverle su cuerpo, devolverle la palabra, abriendo así el interrogante: ¿de qué manera se relata lo corporal? Respecto del analista allí, se trata de dar lugar al modo singular en que cada paciente relata lo corporal, ubicando las coordenadas de su sufrimiento y del cáncer en su historia personal y de estar disponibles y generar las condiciones para acompañar el proceso de subjetivación de la enfermedad. Siguiendo a Leonardo Leibson, “ese cuerpo está hecho de representaciones que, sin embargo, pivotean alrededor de algo que no puede ser representado. La sexualidad y la muerte son los límites del intervalo en el cual el cuerpo se hace y se mueve” (2018: 16). ¿Se tratará de apostar a que el cuerpo se construya y reconstruya, a que continúe “moviéndose” entre significaciones posibles?

Citas

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Publicado

2020-03-04